Los orígenes de la Asociación Mundial de Pintores con la Boca y con el Pie, se remontan al año 1956, cuando el pintor Arnulf Erich Stegmann invitó a 18 artistas privados del uso de sus manos, a formar primero, una editorial y en marzo de 1957 formaron la Asociación Mundial de Pintores con la Boca y con el Pie.
A. Erich Stegmann, privado del movimiento de sus brazos debido a la poliomielitis, siempre pensó que si él era capaz de pintar sujetando un pincel con la boca, igualmente lo podrían hacer otras personas privadas del uso de sus manos. Si unían esfuerzos formando una cooperativa, podrían vivir de su trabajo, teniendo la seguridad que da la independencia económica.
Este objetivo se tenía que cumplir mediante la comercialización de su obra original reproducida en forma de tarjetas de felicitación, calendarios, libros con ilustraciones, papel para envolver regalos, rompecabezas, entre otros artículos.
El resultado de esta iniciativa se ha convertido en un movimiento social sin igual. La Asociación es dirigida por los mismos artistas y todos sus integrantes reciben una beca mensual, para asegurar su propia existencia y dedicarse al arte.
Una de las premisas con las que A. Erich Stegmann creó la Asociación fue el no vivir de la caridad, sino vivir del trabajo. El lema transmitido por Stegmann fue: “prohibida la lástima”… a fin de promover el desarrollo profesional de los artistas.
El principado de Liechtenstein se fijó como sede de la Asociación, por su estabilidad político – económica, así como con vista al carácter internacional de la Asociación. Actualmente se cuenta ya con representación en 78 países del mundo a través de 815 artistas.
La Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie en México abre sus oficinas en 1963. Actualmente hay 70 artistas pintores con boca y con pie, quienes viven en 14 diferentes Estados de la República Mexicana.
Christy Brown famoso por su libro “Mi pie izquierdo” y uno de los primeros miembros de la Asociación, describió con las siguientes palabras lo que significaba para una persona con discapacidad, el poder comunicarse a través del arte: “Pintar significa todo para mí. Con la pintura he aprendido a expresarme de forma sutil. A través de ella he podido expresar todo lo que vi y sentí, todo aquello que estaba en mi mente, guardado en mi cuerpo inútil como si fuera un prisionero cerrado a un mundo que no era real para mí”.