Nací el 26 de Mayo de 1967 en San Andrés, Municipio de Guadalajara, Jalisco. Formo parte de nueve hermanos que son: Rosa María, Alejandro, Mauro, Ramiro, Martha Alicia, Alfredo, Beatriz, Francisco Javier y su servidor Ixmael. Mi padre es el Sr. Silvio Martínez Valadez y mi madre la Sra. Rita Ibarra Silva y somos la familia Martínez Ibarra. Soy el segundo de mis hermanos desde pequeño mis padres me llevaron a vivir a Tonalá Jalisco, en busca de mejorar nuestra situación económica ya que somos personas de bajos recursos. Viví una infancia como la de cualquier otro niño, siempre en contacto con la naturaleza y sin pensar mucho en las limitaciones económicas de casa, a pesar de mi corta edad trabajé en varios oficios como el barro, el yeso y ayudante de albañil ya que quería ayudar a mi familia en lo económico sin dejar a un lado mi infancia entre juegos y estudio.

Ir a practicar fútbol era mi deporte favorito, el cual disfrutaba, ya que corría, brincaba con mis amigos del barrio. A los 12 años terminé mi primaria en la escuela urbana “Niño Artillero” me preparaba para seguir estudiando la secundaria pero esperaba con mucho gusto las famosas vacaciones de verano, quería disfrutarlas al máximo sin imaginar que en esas vacaciones mi vida daría un giro total. Los fines de semana me gustaba mucho porque iba con mis amigos a jugar casi todo el día futbol y también nos gustaba ir a nadar.
El 02 de Julio de 1981, por la tarde, mis amigos pasaron a mi casa para invitarme a ir a nadar a una presa que estaba cerca de mi casa, mis padres me negaron el permiso pero como me sentía solo porque mis amigos se habían ido, decidí ir a donde se encontraban, al principio me negué a entrar a nadar pero era tanta la insistencia que me metí a nadar, después de un rato no faltó el amigo que propuso que nos arrojáramos clavados, haber quien era el mejor; llegó mi turno y pensé que debía ser el mejor, me quise lucir con mi mejor clavado, tomé impulso unos metros hacia atrás y me arrojé, fue tanto el impulso que no supe controlarlo en el viento, por consecuencia me impacté en el suelo de la presa y al instante ya no pude mover ambos brazos y piernas, quedé en el fondo de la presa a punto de ahogarme pero en mi desesperación fui perdiendo el conocimiento, mis amigos como pudieron me sacaron y me llevaron hasta mi casa, esa noche la pase ahí, ya que mi familia pensó que era un calambre, pero al amanecer vieron que no me movía y decidieron llevarme al Hospital Civil de Guadalajara. Todos mis sueños e ilusiones que había forjado se vinieron abajo, ahora tenía que estar postrado en una silla de ruedas. Sentí que mi vida ya no tenía sentido, pues como estaba ya no era vida.

Mi rutina era comer, dormir, oír la radio y ver televisión, los primeros meses del accidente, gente que conocía y amigos me visitaban, pero poco a poco se fueron alejando y me volví una persona agresiva y de un carácter muy fuerte, todo me parecía mal, así fue pasando el tiempo y casi sin notarlo dejé de ser un adolescente. Después de varios años sin tener alguna actividad me estaba resignando a quedarme así para siempre, sin imaginar que la vida me daría otra oportunidad.

En 1998 al acudir a una de mis citas al IMSS, me hice amigo de una trabajadora social que se llama Ruth Ortíz, me hablo de una Asociación y me pidió que me inscribiera para ver en que me podían apoyar, ella me consiguió el domicilio de dicha Asociación y le comenté que iría, sin embargo, no le di importancia y lo arrumbe, pero un día por coincidencia me volví a encontrar ese papel y decidí escribir, total no pierdo nada con intentarlo, me dije a mí mismo. Después de varios meses tuve una respuesta a mi carta pero esa respuesta venía de Suiza, recuerdo que me pedían varios requisitos para ingresar, entre ellos 4 pinturas realizadas con la boca, me sorprendí y me pregunte ¿con la boca? No, no las puedo hacer! como pudieron mis familiares me dieron un lápiz y como pude hice unos dibujos con la mano y los envié, pero los rechazaron pues decían que tendrían que estar hechos con la boca, después de varios intentos fallidos me aplaque y dije que eso no era para mí, pues yo no puedía pintar con la boca. Un día, llegó a mi domicilio una camioneta de la cual bajaron a una persona en silla de ruedas, se presentó ante mí, me dijo que venía de parte de la Asociación de pintores que pintan con la boca y el pie, ella se llama Sunny H. Bernard, me preguntó que si quería me podía apoyar y enseñar a pintar, le dije que sí, me brindó todas las facilidades con el material que yo necesitaba, además el Sr. John Grepe siempre estuvo apoyándome económicamente para lo que necesitaba. Eran tantas mis ganas de sentirme útil ante la sociedad que además de aprender a pintar con Sunny, también tuve que aprender a entenderle el habla que no era muy claro ya que es holandesa y sufre parálisis cerebral.

Después de varios meses logramos reunir cinco obras que me pedían, las enviamos y mientras teníamos respuesta yo seguí pintando. Un día llegó una carta de Suiza de la Asociación, decía que me daban la buena noticia de que fui aceptado en la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, era la mejor noticia que recibía después de mi accidente. Fui aceptado en el año 2000 desde entonces soy una persona exitosa que ha conseguido logros importantes, ahora soy el artista pintor con la boca. En mi trayectoria tengo aproximadamente 40 exposiciones entre individuales y colectivas, he expuesto en Ocotlán, Tepatitlán, La Barca, Tapalpa, Zapopan, en la Cd. de México, Guadalajara y  en mi Municipio que es Tonalá. He recibido varios reconocimientos entre ellos la medalla Pedro Sarquiz Merrewe, presea que se entrega a los jaliscienses destacados. Además recibí la estatua cihualpilli, premio por ser un tonalteca que ha sobresalido, el premio más reciente es en el 2008 que fue el Galardón Premio Jalisco, el cual me entregaron por fomentar la cultura en nuestro país.

Tengo varios años de pertenecer a la Asociación como becario, pero siento que tengo mucho que aprender todavía, es por ello que estoy recibiendo clases de pintura en 2 lugares en Guadalajara, uno de ellos es el Instituto Cultural Cabañas, y el otro son clases particulares con la maestra Irene García. La Asociación ha sido para mí, la gran oportunidad para realizarme como ser humano y como artista.

Fue un placer haber compartido este breve resumen de mi autobiografía.

Mi nombre es Ixmael Martínez Ibarra y han pasado más de 20 años de haber sufrido el accidente, pero gracias a Dios cuento con mi familia que siempre me apoya y me ayuda a salir adelante en momentos difíciles. Por su atención gracias.

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