- Fecha de nacimiento: 17.08.1985
- Lugar de nacimiento: Cuernavaca, Morelos, México
- Becaria de la AAPBP desde: 2013
- Tipo de pintura: Pintora con la boca
Nací el 17 de agosto de 1985 en la Ciudad de Cuernavaca, Morelos, México.
El día que nací, fue muy difícil porque no podía respirar y eso dañó mi corteza cerebral y por eso tengo PCI (Parálisis Cerebral Infantil) y dependo de mi mamá y de los demás para casi todo. Afortunadamente mi cerebro piensa bien y logré desarrollar la capacidad de pintar con la boca.
Cuando tenia 6 meses de gestación perdí a mi papá en un accidente de automóvil, pero siempre he contado con el apoyo de mi mamá y mis abuelas.
Desde los 6 meses de edad empecé a recibir terapias porque mi tía se dio cuenta de que yo no sostenía la cabeza. He estado en diferentes lugares de rehabilitación en Cuernavaca y la Ciudad de México, entre los cuales debo mencionar APAC, Pequeño Grupo, Nuestros Niños, Connosotr@s, y otras múltiples terapias particulares.
Gracias a una de mis maestras terminé la primaria y tengo mi certificado, espero poder continuar y terminar la secundaria.
Desde muy pequeñita noté que se me dificultaba mucho utilizar mis manos y empecé a hacer todo con la boca, a mi mamá no le gustaba eso pero se dio cuenta que sólo así podía hacer algo, con la boca desvestía a mis muñecas y en la escuela me ponían a dibujar y eso me gusto, pero los lápices de colores eran muy duros y como a los 10 años le pedí a mi mamá pinceles y pinturas, afortunadamente me hizo caso y empecé a hacer mis dibujos y la verdad estaba muy limitada en lo que hacia.
En la escuela tuvimos un maestro que nos enseñaba a pintar pero no me gustó su técnica, ya que era tan libre que hacíamos puros abstractos y yo hacia todos mis dibujos en forma de arcos y escaleras.
Desde hace mucho tiempo conocí al maestro Horacio y quería ir con él para que me enseñara a pintar, pero mi mamá no podía llevarme; sin embargo, mi mamá se organizó en sus tiempos y empecé a tomar clases con él. Cuando de dieron cuenta de que sí podía pintar, les gusto y desde entonces hemos sido más constantes. Voy a clases 2 veces por semana.
Primero necesitaba mucha ayuda, pero ahora es mucho más fácil. Estoy orgullosa y satisfecha con todo lo que he logrado hasta ahora, sé que me falta mucho y espero seguir pintando y aprendiendo.
Para mí pintar es como mi trabajo y me gusta porque siento que me desahogo y me relajo.
También hace que me olvide de mis problemas y no me siento tan limitada.