Los médicos me diagnosticaron artrogriphosis y le dijeron a mis papas que tenían que trasladarme a la clínica Magdalena de las Salinas en donde me dieron cita.

Mi mamá me presentó a consulta y los médicos le dijeron que ya no gastara en mi recuperación que ese dinero iba a ser caso perdido, que yo ya no tenía remedio. Nos regresamos de la clínica y me llevaron a la iglesia a bautizarme.

Después mis papás me llevaron al hospital infantil de Coyoacán de ahí me mandaron a ortopedia, en donde me practicaron mi primera operación que fue por luxación de cadera, mi recuperación tardó dos meses, la segunda operación que me hicieron fue porque mis brazos estaban desprendidos de los hombros.

Mi tercer operación fue de las piernas, posteriormente me enyesaron todo el cuerpo para ver si así lograban enderezarme la columna, mi cuarta operación fue de las manos, con esta querían ver si tenía movimiento, pero se dieron cuenta que no la tenía, creyeron que con terapia podía tener movimiento. Después me cambiaron al hospital Elías Lombardo, ahí me siguieron dando terapia.

A la edad de cuatro años mis papás me llevaron a una escuela de gobierno donde atendían a niños discapacitados en el DIF para que pudieran ingresar al jardín de niños, un psicólogo tenía que autorizar mi ingreso, no pude ingresar  porque no habían inscripciones, pero en ese momento mi mamá fue la única que hizo el intento para que me aceptan en el DIF, pasaron dos meses y me aceptaron.

Al entrar, continué con mi rehabilitación, posteriormente mi hermana Lourdes que vivía en los USA se enteró que había un hospital llamado “Sheriners” ubicado en los Ángeles California, en donde me podían atender, mi mamá, mi hermana Lourdes y mi hermano Salvador juntaron dinero para que yo pudiera acudir al hospital.

Llegando a los Ángeles mi mamá mando una carta al hospital y le dijeron que me presentara con mis papeles, al llegar le dijeron que no era necesario que me presentara a ese hospital por que había uno en la Ciudad de México, cuando nos enteramos de eso, nos regresamos a México, ahí me atendieron de inmediato, a los seis meses de haber ingresado me programaron para mi quinta operación, que fue nuevamente de la cadera.

La última operación que me realizaron, fue porque mi columna vertebral estaba desviada por lo que decidieron ponerme una barra de titanio, esta operación fue muy riesgosa ya que mi cuerpo podía rechazar la barra, pero afortunadamente mi cuerpo la acepto sin ningún problema.

Después de esta operación tenía programada dos operaciones más, pero me opuse, porque me sentía a gusto así, como yo era.

A los doce años terminé la primaria y seguí con mis estudios. Cuando entré a la secundaria cursé el taller de artes plásticas en donde la maestra Micaela Bustillos Velásquez me enseñó a pintar al óleo, en el segundo año mi profesora me inscribió en un curso de dibujo y de pintura al óleo a nivel delegacional, en este curso tuve un taller sobre juguetes mexicanos, hice un juguete y salí premiado con el primer lugar. A los 15 años terminé la secundaría, he ingresé al colegio Bachilleres, me costó mucho trabajo porque la escuela no contaba con los medios necesarios para que me pudiera desplazar, pero obtuve mucho apoyo de mis compañeros. Terminé mi nivel medio superior en el año 2005, con una especialidad en recursos humanos. Me gustaría destacar dos de mis más grandes experiencias durante este ciclo; la primera fue haberme subido por primera vez al juego llamado Kilahuea, la segunda fue estar en el festival cervantino.

Posteriormente decidí continuar con mis estudios. Hice dos veces el examen de admisión para la UNAM, la UAM y el IPN, desafortunadamente fui rechazado de todos ellos, posteriormente ingrese al Instituto Coapa donde tomé un curso para ingresar a nivel superior, a pesar de que aumenté mis aciertos en el examen de admisión, volví a ser rechazado.

En este tiempo retomé las clases de pintura con un amigo de la infancia, también me enteré de que había un movimiento de chavos que al igual que yo habían sido rechazados por las universidades, como yo aún tenía ganas de seguir con mis estudios, decidí ingresar al movimiento, después de un mes de reuniones con la autoridades de cada universidad y con autoridades del gobierno, logramos firmar un acuerdo con la UNAM en el que nos ofrecía una beca al 100% para estudiar en una Universidad de paga con la condición de conservar un promedio de ocho durante los dos primeros semestres para que así nos pudieran incorporar a la UNAM. Gracias a esto actualmente estoy estudiando la carrera de psicología en la Universidad Chapultepec.

Gracias al apoyo que he recibido por el Instituto Coapa y la Universidad Chapultepec he podido realizar dos exposiciones, la primera en el Instituto Coapa el 7 de noviembre del año 2010 y la segunda en la Universidad Chapultepec el 11 de Noviembre del 2010.

Esto es sólo una parte de mi vida y quiero agradecer a toda la gente que me ha apoyado para que yo pueda realizar mis metas en especial a mis padres, a mis sobrinos y amigos que siempre han estado conmigo.

Agradezco a José Erick Calvillo Borja, pintor con boca y becario de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, por haberme dado clases particulares y acercarme a esta Asociación, la cual me aceptó como becario en septiembre de 2009 lo que me permitirá desarrollarme como artista profesional.
Gracias.

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