A los quince años sufrí un accidente el cual me dejó sin movimiento del cuello para abajo.

Mi médula espinal recibió el impacto de un proyectil entre la segunda y tercera vértebras cervicales, por lo que las cuatro extremidades se ven afectadas y pierden movimiento al no poder recibir los estímulos eléctricos y órdenes que manda el cerebro, a este tipo de discapacidad se le llama cuadriplegia.  Estuve hospitalizada seis meses, en este tiempo sufrí paros respiratorios, me hicieron una traqueotomía pues casi no tenía oxigenación en la sangre. Tuve que aprender a sentarme derecha pues el peso hacía que me fuera para adelante y lo logré al fortalecer el cuello, lo cual más tarde me ayudaría para poder escribir en la computadora, leer y pintar, todo esto con la ayuda de un aparato que manejo con la boca.

Lo más difícil de todo esto fue la separación temporal de la familia, ya que mi mamá pasaba gran parte del tiempo en el hospital y mis tres hermanos tuvieron que quedarse con familiares.  Esto unió mucho a la familia al contrario de lo que en algunas personas podrían pensar, mis hermanos y yo somos grandes amigos y siempre están ahí al igual que mis papás para apoyarme.

Al regresar a la casa tuvieron que adaptar un cuarto y el baño, es decir, ampliarlo pues el poder maniobrar con la silla requiere de un mayor espacio.  Por fortuna la casa es de un piso por lo que la remodelación fue poca.

Al sufrir el accidente perdí un año escolar, lo mejor de esto es que cuento con la amistad de mis compañeras de dos generaciones, gracias a ellas que tomaban apuntes y los fotocopiaban para dármelos no me fue tan mal, muchas veces nos ayudábamos en los exámenes pues en mi silla escondían sus acordeones.  Lo que no me gustaba era realizar los exámenes orales, pues me ponía muy nerviosa y no recordaba tantas preguntas. Siempre estaba acompañada y hasta nos íbamos de pinta juntas.   Hoy en día nos seguimos viendo regularmente, ahora con sus esposos e hijos.

Siempre quise ser arquitecta o diseñadora, me encanta lo manual, pero bajo las circunstancias escogí estudiar la Licenciatura de Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana y la Maestría en Arte en la U.N.A.M.   Además me encanta leer por lo que he tomado varios diplomados de literatura y filosofía para poder entender mejor las diferentes manifestaciones artísticas a lo largo de la historia.

Hoy en día salir a la calle ya sea simplemente para ir al cine o pasear resulta mucho más fácil.  Anteriormente los accesos como rampas y lugares especiales eran muy escasos o nulos. Muchas actividades que me gustaba realizar tuvieron que ser dejadas a un lado por lo complicado que era llevarlas a cabo, ir al teatro era una aventura, debías salir con un regimiento de amigos pues todo estaba lleno de escaleras y entre todos debían cargarte con todo y silla de ruedas.

Mi inclinación por la pintura se manifestó desde temprana edad.  Desde pequeña me ha gustado pintar, siempre preferí realizar los trabajos escolares que tenían que ver con dibujos.

Heredé la facilidad para pintar, ya que dos de mis tías pintan y mi abuela materna también, mi papá siempre ha dibujado muy bien. Mi mamá siempre procuro llevarnos a exposiciones de arte, nos enseñó a apreciar la pintura, escultura, arquitectura, todas ellas enmarcadas por la música y la literatura. Pero es hasta después de sufrir el accidente que me privó de todo movimiento a excepción del cuello, cuando me dedique a pintar de manera profesional. Este accidente, lejos de sumergirme en un profundo desinterés por la vida  me sirvió como aliciente para despertar mi latente pasión por la pintura, rebasando todas mis limitaciones ya que pinto con la boca.

Pintar con la boca para mí es como para cualquiera seria el pintar con la mano, ahora lo veo como algo natural y sencillo, al principio me costó mucho trabajo ya que por mi tipo de discapacidad tengo ciertas limitaciones con el movimiento del cuello. Solamente puede pintar cuadros pequeños, si quiero realizar una obra de mayores dimensiones debo hacer un tipo rompecabezas y luego unir las piezas, es muy divertido y la obra luce mucho. Al principio lo más complicado fue manejar el pincel y mezclar los colores, el proceso de adaptación tardó un tiempo pero ahora es algo relativamente sencillo.

He tomado clases de pintura en diversos talleres; actualmente pertenezco al grupo Arte Concepto. Mi estilo es fuerte y colorido;  gran alegría emana de mis cuadros, que son reflejo del colorido mexicano. Los temas que desarrollo se basan en la naturaleza ya que me gusta plasmar flores, frutos y paisajes además de temas  como bodegones, pueblos y rincones mexicanos. Realizo mis obras con diferentes técnicas sobre todo acuarela, óleo y mixtas. Me gusta experimentar con nuevos medios y así darle más expresividad a mis cuadros.

A través de mi pintura he logrado descubrir facetas emotivas, sensibles al igual que soñadoras. La forma de plasmar las imágenes así como el colorido, el cual define mi personalidad, me ha ayudado a sortear diferentes tipos de barreras, tanto físicas como emocionales, muchas de las cuales con el transcurso del tiempo han tomado una dimensión diferente. Con mi pintura pretendo lograr una conexión de sentimientos y reflexiones con el espectador.  Utilizando como medio los temas de naturaleza y paisaje, así como un intenso colorido que nos recuerda tonos muy nuestros.  La unión entre el espectador y la obra dan como resultado el cierre del reconocimiento del arte.

Disfruto mucho de la pintura, ella me ha enseñado que lo importante no es sobrevivir, sino el vivir cada día con total plenitud.

He participado en más de cuarenta y cinco exposiciones colectivas y once individuales tanto dentro de la República Mexicana así como en Europa. Soy miembro de la Asociación Mundial de Pintores que pintan con la Boca y con el Pie desde 1993. El pertenecer a esta Asociación ha permitido expandir mis conocimientos y horizontes, ya que con su apoyo incondicional he podido realizarme como pintora, pues gracias a la beca puedo tomar clases en distintos talleres y conocer la obra de otros artistas y de esta manera superar mis deficiencias.

También he compartido experiencias y actividades con pintores tanto extranjeros así como mexicanos lo cual es maravilloso, pues conocemos acerca de otras ideologías, gustos, sueños, ideales y esto nos une como amigos pues compartimos nuestra vivencia a través de un vínculo muy especial que es la pintura.

Soy acreedora de  dos premios Alfredo Guati Rojo y un primer lugar en el Tercer Certamen Edgardo Coglhan.

Actualmente trabajo en la Asociación Piensa Primero cuya finalidad es crear una conciencia de prevención de accidentes.    PIENSA PRIMERO el Programa Nacional de la Prevención de trauma Cráneo Medular, es un esfuerzo de educación social enfocado a este grupo de alto riesgo que son los jóvenes. El proyecto,  fue desarrollado por la Asociación Norteamericana de Neurocirujanos. THINK FIRST. El objetivo del programa es educar a la gente joven sobre la vulnerabilidad y el correr riesgos innecesarios. El mensaje enfatiza que se puede llevar una vida divertida y excitante sin lastimarse, cuando se piensa primero y se usa la mente para proteger el cuerpo.

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